Sorprendentemente, el término de magia negra es más popular de lo que uno pensaría. La cantidad de prácticas esotéricas usadas a día de hoy es tremenda, como es el caso de la adivinación y las cartas del tarot. Pero, hay una rama escondida bajo de todo ‘método de entretenimiento’ que asecha a las personas.
Para algunos la magia negra no es más que un invento para asustar a los más jóvenes y a los menos perspicaces. Sin embargo, la energía está ahí, se encuentra presente en nuestro cuerpo y en la vida misma. La cuestión es cómo usarla. Ahí es donde surge la eterna lucha entre la magia blanca y la magia negra.
Bajo esa premisa, ¿qué es realmente la magia negra? Tendrás que quedarte con nosotros hasta el final para descubrir la respuesta a esa y más peguntas sobre este concepto malévolo. Si te interesa el ocultismo, te recomendamos adquirir esta información.
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¿Qué es la magia negra?
La magia es el conjunto de poderes sobrenaturales usados para influir en la vida cotidiana. Podríamos desglosar a la magia negra como los poderes malévolos empleados para influir negativamente en la vida de las personas con la finalidad de hacer daño y provocar dolor físico o mental.
No es un concepto fácil de responder, ya que la magia como tal, sea blanca o negra, no ha encontrado su aceptación total en la sociedad. Por lo que existen demasiadas conjeturas al respecto. Sin embargo, podemos catalogarla como una rama de la magia basada en poderes ocultos y enfocada en generar daño.
Por otro lado, la magia negra se transmite a través de la energía. La energía interna, mejor dicho. La energía que influye en las decisiones, en los sentimientos y los deseos de las personas. Algunos intuyen que tiene un origen divino, otros espirituales. Desde demonios hasta entes malvados que asechan a las personas a través de poderes más allá del entendimiento humano.
Historia de la magia negra
La magia negra, como termino, es relativamente nuevo. Sin embargo, la historia ha estado indudablemente bañada de prácticas esotéricas y trucos malévolos. Para entender el contexto ideológico de esta actividad nos tenemos que ir a Europa, los cimientos de la magia como actividad.
Los llamados cristianos o seguidores del cristianismo apañaron el concepto de magia negra para identificar a todos los actos realizados por los no cristianos. Como es el caso de los paganos y sus creencias religiosas basadas en entes malévolos que buscaban destruir a los seguidores de Cristo.
Posteriormente, la religión seguiría siendo foco principal de la magia negra, esta vez como movimiento dominante. Específicamente en la colonización de los europeos a América, donde cualquier acto enfocado en otros dioses era considerado como impuro. Y cuando se afianzó el cristianismo, el uso de otros entes para dañar a la persona se convirtió en un delito pagado con muerte.
Aquí es de donde surgen, por ejemplo, las historias de las brujas estadounidenses. Practicantes de magia negra mediante rituales, invocaciones y otros trucos asociados a sus creencias. Sancionado por los cristianos como actos criminales que van en contra de las órdenes del supremo.
¿Cómo funciona la magia negra?
Para entender cómo funciona la magia negra en primer lugar hay que retroceder y examinar los componentes de la magia como práctica. Cuando hablamos de magia nos referimos a conocimientos y habilidades usados para realizar actos catalogados como irracionales o sobrenaturales.
Esas cosas extraordinarias podríamos percibirlas en forma de trucos, habilidades, información, juegos y otras técnicas que impactan en la percepción de las personas. Ya que parecen no tener un trasfondo coherente. Por ejemplo, desaparecer cosas, adivinar el futuro y realizar amarres de amor.
Tomando como referencia al funcionamiento de la magia, podemos realizar una alegoría con la magia negra. Donde intuimos que consiste en la aplicación de habilidades y trucos para influir negativamente en las personas. Pero, ¿cómo se consigue esto? A través de catalizadores, rituales, manipulaciones de objetos y de deseos para provocar dolor.
Para hacer uso de la magia negra hay que aprovechar el lado oculto de la energía. Esa energía que fluye en la vida cotidiana presenta dos caras, y cuando se usa la que se encuentra ubicada en el lado izquierdo, de acuerdo a los especialistas, es capaz de lastimar intencionalmente a las personas. A fin de cuentas, es el deseo de querer dañar a terceros que da paso a la magia negra.
Magia negra vs Magia Blanca
Tal como te mencionamos anteriormente, la magia posee dos caras: una buena y una mala. La mala ya la hemos estado diseccionando. Son el conjunto de habilidades, hechizos, rituales y conexiones místicas con objetivos negativos o malévolos. Y si existe un lado malo, inmediatamente asumimos que hay uno bueno, que es conocido como la magia blanca.
La magia blanca es una rama enfocada en realizar actos benévolos a través de manifestaciones benéficas. Los poderes de la magia blanca buscan influir positivamente en la vida de las personas para que encuentren un equilibrio en sus sentimientos y deseos. Como sanar heridas, conseguir a una pareja o lograr un ascenso en el trabajo.
Evidentemente, se encuentran en un extremo del otro y mantienen una lucha para contrarrestarse. Creando dos ramas con diversos practicantes que desempeñan actos positivos y actos negativos. Aunque existe una percepción de que la magia negra es más fuerte, en realidad la blanca está más presente. Solo que no prestamos atención porque no parece ser tan atractiva como la negra.
¿Es peligrosa la magia negra?
La magia negra, de acuerdo a los practicantes, es capaz de realizar actos pecaminosos con la finalidad de infligir daño y provocar dolor. Entre el glosario de habilidades inherentes a la magia negra tenemos los trabajos mágicos que influyen en el libre albedrío de terceros y la destrucción de las convicciones.
También magia enfocada en destruir física y emocionalmente a las personas. De hecho, se han registrado, o al menos asociado, influencias negativas en el ‘alma de los individuos’ a través de la magia negra. Perdiéndose para siempre. También se ha dicho que es capaz facilitar la entrada al mundo espiritual para invocar demonios.